Fuente: El Sol de México/ Ricardo Monreal
Uno de los derechos humanos más importantes es el del acceso al agua. En 2002, la Observación General (OG) Núm. 15 sobre esta materia, adoptada por el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), establece que contar con este líquido vital es indispensable para una vida humana digna.
La misma OG especifica que las personas tienen derecho a disponer de agua de manera suficiente (para el uso personal y doméstico), saludable (libre de microorganismos, sustancias químicas y peligros radiológicos), aceptable (incolora y sin sabor), físicamente accesible (cerca del hogar, lugar de trabajo, etc.) y asequible (que todas las personas puedan pagar su costo).
Asimismo, en 2010, la Asamblea General de la ONU reconoció que el acceso al agua y al saneamiento son indispensables para la concreción de todos los derechos humanos.
Nuestra Carta Magna, en su artículo 4º, señala que “Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho […]”.
A pesar de lo anterior, existen aún retos en nuestro país con relación a la disponibilidad del agua ya que, por ejemplo, no toda la población cuenta con este líquido durante todas las horas del día. Además, ocho por ciento de personas no tienen acceso al agua potable y diez por ciento carecen de saneamiento. Asimismo, existen poblaciones vulnerables como las niñas y las mujeres que deben llevar agua a sus comunidades con traslados de varios kilómetros de distancia.
Frente a estos desafíos, el Gobierno de la República continúa ampliando el suministro de agua. También busca consolidar, al término de esta Administración, 100,000 hectáreas de riego para garantizar el desarrollo de las actividades del campo. La Comisión Nacional del Agua y la Secretaría de la Defensa Nacional llevan a cabo quince grandes proyectos hídricos con una inversión pública de 93.5 millones de pesos, en beneficio de 21.3 millones de habitantes y con la generación de 44,817 empleos directos.
Destaca la Presa el Zapotillo en Jalisco, y la construcción de los acueductos El Zapotillo-El Salto, El Salto, y La Red-Calderón, los cuales conducirán un caudal promedio de tres metros por segundo para proveer al área Metropolitana de Guadalajara. También resalta la construcción de la Presa Santa María en Sinaloa, cuyos objetivos son la generación de electricidad media anual de 30 megavatios y el suministro de agua para uso agrícola en 24,250 hectáreas. Otro proyecto importante es la rehabilitación de la Presa El Realito, la cual provee del vital líquido a la zona conurbada de San Luis Potosí. Esta obra incluye la implementación de un método de sellado con geomembrana en la cara húmeda. Ello sin dejar de suministrar agua a la población.
Además, en 2020, se inició la limpieza del acuífero de la Comarca Lagunera, el cual está contaminado con diversas sustancias dañinas para la salud. A la par, se implementa el Proyecto de Agua Saludable para La Laguna a fin de suministrar agua superficial, la cual proviene de las principales presas de la Comarca, como la presa “Lázaro Cárdenas” y Francisco Zarco” con una calidad mejor que la del acuífero.
La inversión en infraestructura hidráulica llevada a cabo por el gobierno federal da constancia del compromiso de garantizar el derecho humano al agua y al saneamiento, así como de asegurar el desarrollo de las actividades agrícolas y agropecuarias en beneficio de nuestro país.