Fuente: El Financiero/ Fernando Navarrete
- La industria es una de las principales fuentes de emisiones de gases contaminantes y por ello la que debe invertir más en soluciones.
La carrera para reducir las emisiones de carbono en el cemento y el concreto se ha vuelto más agresiva para compañías como Cemex, GCC, Moctezuma, Elementia y Holcim, quienes aceleran sus proyectos de inversión para usar combustibles alternativos en los países donde operan.
Cemex, la compañía cementera más grande del país, con presencia en Estados Unidos, Europa, Asia y el Caribe, avanzó en la reducción de emisiones de carbono de sus cementantes en los últimos tres años.
“Desde el lanzamiento del programa de Futuro en Acción en 2020, hemos reducido nuestras emisiones de carbono de Alcance I en 12 por ciento, una reducción que previamente nos pudo haber tomado 15 años. De igual manera hemos tenido éxito en reducir emisiones de Alcance II hasta un 11 por ciento”, dijo Fernando González Olivieri, CEO de Cemex.
Detalló que, para el 2030 esperan reducir hasta 47 por ciento las emisiones de CO2 y señaló que uno de los principales retos es la implementación de combustibles alternos, procesos y tecnologías para la captura y almacenamiento de emisiones.
Cemex tiene siete proyectos de captura y almacenamiento a nivel industrial. Cuatro de ellos se encuentran en una fase de mayor maduración y se localizan en California, Texas, España y Alemania.
“No tenemos todavía cantidades específicas para compartir. También porque estamos participando en proyectos a nivel industrial y potencialmente obtendremos subvenciones que reducirán nuestras inversiones en esos proyectos”, dijo.
Agregó que la compañía se siente muy confiada en alcanzar su meta antes de llegar a la descarbonización total de la industria en el 2050.
La industria del cemento es una de las principales fuentes de emisiones de carbono a la atmósfera y ante la creciente demanda de cemento y concreto para obras de infraestructura, el nearshoring y la vivienda, su consumo se ha acelerado, lo que reta a las empresas a intensificar sus planes de descarbonización.
La cementera mexicana GCC, con operaciones en México y Estados Unidos, también ha avanzado en sus planes de reducción de emisiones con el uso de combustibles alternativos como el gas natural. Enrique Escalante, CEO de GCC dijo que, por ejemplo, en su planta de Pueblo, en Colorado, Estados Unidos, utilizan cerca de 23 por ciento de combustibles alternativos.
Además la empresa evalúa en su planta de Rapid City el uso de varias tecnologías para incrementar la sustitución de combustibles.
“Nuestra estrategia flexible de combustibles está jugando de nuevo un importante rol aquí, cambiar a gas natural, que nos permite cumplir nuestra reducción de emisiones planificada”, dijo.
México a través de la Cámara Nacional del Cemento (Canacem) fijo ya su Hoja de Ruta, un plan en el que todos los miembros de la organización -Cemex, Holcim, GCC, Cementos Fortaleza, Cementos Moctezuma y Cruz Azul- han acordado a nivel de industria reducir de manera directa hasta el 17 por ciento de emisiones de carbono para el 2030.
“Es la primera ambición que se desarrolla en México dentro de las denominadas industrias pesadas. Es un hito y representa nuestro interés por aportar a los esfuerzos para limitar el incremento de la temperatura global en comparación con niveles preindustriales”, dijo Jaime Hill Tinoco, CEO de Holcim y presidente de la Canacem.
La industria del cemento es de las más contaminantes en el mundo pues representa al menos el 7 por ciento de las emisiones globales de carbono, de acuerdo con la Asociación Global del Cemento y Concreto (GCCA en inglés), mientras que el cemento es el material más utilizado en el mundo, con un consumo promedio de hasta 14 millones de metros cúbicos producidos para diferentes sectores.
En México, de acuerdo con la Canacem, ha aumentado su consumo pues sólo el año pasado la producción de cemento alcanzó los 49.9 millones de toneladas, un 4 por ciento más que en 2020, mientras que el consumo nacional de cemento el año pasado fue de 47.8 millones de toneladas. Por otro lado, para 2025 este mercado crecerá hasta los 23.9 mil millones de dólares.