Fuente: Vanguardia/ Mariana Paz
- La reconstrucción del emblemático puerto guerrerense requiere la colaboración de todos. Gobierno, empresas y organizaciones civiles deben conjuntar esfuerzos en este propósito
Tras poco más de dos meses del paso de Otis por Guerrero, específicamente por Acapulco, ha quedado claro que la reconstrucción del puerto será paulatina y requerirá la ayuda de todos los sectores de la sociedad.
Uno de los apoyos más valiosos que ha encontrado el puerto es el de la Iniciativa Privada. Y es que la colaboración de las empresas se vuelve necesaria, ya que la labor de reconstrucción es titánica y prácticamente imposible para que el gobierno emprenda unilateralmente los trabajos de reconstrucción.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) estima un déficit de entre 7 mil y hasta 15 mil trabajadores para participar en la puesta en marcha del puerto. La creación de sinergias entre el gobierno, la iniciativa privada y sociedad civil se vuelve estrictamente necesaria para reactivar Acapulco lo más pronto y de la mejor forma.
Como dato complementario, el paso del huracán Katrina por Nueva Orleans requirió la cifra estratosférica de más de $120 mil millones de dólares para la reconstrucción, provenientes de diversos sectores de la sociedad, a través de programas federales como la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA).
Es por ello que la Iniciativa Privada se convierte en un potente motor para la reconstrucción debido al músculo económico que puede aportar.
Como muestra del trabajo realizado por diversas empresas, destacan, por ejemplo, las fundaciones Carlos Slim y Telmex Telcel, que entregaron 26 toneladas de ayuda humanitaria en Acapulco y contribuyeron con ocho potabilizadoras en una zona afectada por la falta de servicios básicos como la luz o el agua.
Por su parte, Fibra UNO ha enviado 25 toneladas de alimentos, productos de limpieza, medicamentos e insumos básicos. Sin embargo, una de las contribuciones más significativas ha sido mantener el 100% de los empleos y salarios de sus colaboradores, a pesar de los daños en instalaciones como Galerías Diana y Patio Acapulco. Además, este último centro comercial ya ha reabierto sus puertas al público.
Grupo Lala también ha enviado ayuda en especie, con el envío de 200 toneladas de alimentos a Guerrero. Otras empresas, como BBVA México, realizaron una donación de un millón de pesos a la Cruz Roja para ayudar a subsanar parte de los daños en Acapulco tras el paso del huracán.
En su momento, aerolíneas como Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobús realizaron puentes aéreos para sacar y llevar personas a Acapulco acorde con las necesidades. En resumen, las empresas han contribuido de manera constante según lo permitido por la naturaleza de sus negocios.
La importancia de la participación de las empresas en el proceso de reconstrucción no ha pasado desapercibida. El hashtag #UnidosPorAcapulco fue posicionado por la sociedad civil como tendencia en la red social X, alcanzando el quinto lugar a nivel nacional el pasado 28 de diciembre. Los comentarios en las redes comparten un denominador común: el agradecimiento de los pobladores a las empresas y al gobierno por la ayuda brindada en la “zona cero” de la catástrofe.
Es menester mencionar que, de acuerdo a un análisis realizado por la agencia MW Group, dicha tendencia generó 548 menciones en X, con más de 60 mil personas alcanzadas.
A pesar de que pueda haber divergencias en las visiones para levantar de nuevo a Acapulco, lo importante será no aflojar el paso y mantener una estrategia de desarrollo conjunto, como se ha hecho hasta el momento, para acelerar en la medida de lo posible el regreso total del turismo al puerto.
Asimismo, se vuelve prioritario para el Gobierno federal mantener medidas de facilitación administrativa e incentivos fiscales, laborales, de vivienda y la creación de fondos de emergencia empresarial durante al menos 2 años, que es el tiempo necesario proyectado por empresarios para lograr la reconstrucción del paradisiaco destino turístico.