• “Hoy cumplimos más de medio siglo de esfuerzo conjunto y de logros, han sido más de 50 años de camino juntos, de desafíos superados y crecimiento constante”

Chihuahua, Chih.- La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) delegación Chihuahua, celebró ayer 51 años de vida empresarial.

El presidente de la CMIC, Julio Mercado Rodríguez, recordó que un 22 de agosto de hace 51 años, en 1973, nació la delegación Chihuahua.

“Hoy cumplimos más de medio siglo de esfuerzo conjunto y de logros, han sido más de 50 años de camino juntos, de desafíos superados y crecimiento constante”, dijo.

La idea de formar una delegación de la entonces Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CNIC) en Chihuahua, surgió cuando se estableció la delegación en el estado del Infonavit.

En ese tiempo, el Infonavit construía viviendas a través de contratistas a los que establecía la calidad de la obra, la supervisión, la estimación de avance, entre otros aspectos, y era requisito para el contratista el pertenecer a la CNIC, para poder ser elegido por este Instituto como adjudicatario de un contrato.

Esto originó el interés de algunos despachos de constituirse como empresas constructoras y afiliarse a la Cámara.

Así, el 22 de agosto de 1973 quedó formalizado el inicio de operaciones de la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción en Chihuahua, siendo el ingeniero Homero Talavera Mendoza el primer presidente del Comité Directivo de la Delegación.

En aquel entonces había poca construcción y la mayoría era generada por la iniciativa privada. La obra consistía en casas habitación y algunos locales comerciales; existía poca obra y ésta se asignaba por los particulares de acuerdo con sus relaciones de amistad, confianza o parentesco.

En 1974, el Gobierno federal empezó a manejar gran parte de la obra que realizaba a través de las delegaciones de sus distintas secretarías y de organismo descentralizados como el Infonavit, Capfce, Issste, IMSS, CRE y Conasupo, lo cual permitió una mayor apertura de trabajo y la oportunidad para todos los constructores locales de participar en las licitaciones que fueron el procedimiento obligado por la Federación para la adjudicación de obras.

De igual manera, el Gobierno del Estado debió cumplir con este requisito, de tal manera que para la década de los 80 y hasta la fecha, la oferta de trabajo para los industriales de la construcción la constituye en su mayoría la obra pública.