Fuente: El sol de Tampico/ Alberto Aguilar

Aunque el año pasado el rubro de la construcción tuvo un rebote del 15%, para este 2024 esa industria no muestra grandes expectativas en cuanto a su desempeño.

En el mejor de los casos terminará “tablas” o con un marginal avance, al igual que un 2025 complicado dadas las limitaciones que tendrá la SHCP de Rogelio Ramírez de la O.

Con ello, para ese rubro que es nodal para la economía por su efecto multiplicador, su avance sexenal en el mejor de los casos andará sobre un raquítico 1%.

Y es con Andrés Manuel López Obrador los dineros para infraestructura, como se sabe, se concentraron en las obras insignias y 2 o 3 estados. Además en este año dadas las prioridades electorales el presupuesto a infraestructura se redujo 30% con inversiones público-privadas que desaparecieron, cuando en países como GB son las que se privilegian.

De ahí que la cámara de ese ámbito, la CMIC que preside Luis Méndez Jaled traiga las coinversiones público-privadas como prioridad al igual que acelerar el paso hacia infraestructura en temas hidráulicos, energía, educación y salud.

Estos elementos, dice Méndez son importantísimos si se quiere aprovechar el nearshoring. Inclusive se pueden crear fibras que detonen la vivienda.

La CMIC ya se ha reunido con el equipo de Claudia Sheinbaum y se han presentado propuestas para aumentar la inversión pública en infraestructura que hoy está en sólo 2.7%, tres veces por debajo de lo requerido.

Hay coincidencia en que 2025 para la construcción, dependerá de cómo se elabore el presupuesto dadas las apreturas. Méndez coincide en la necesidad que hay de una reforma fiscal que amplíe la base de recaudación.

Otro tema nodal para CMIC es el rol de Sedena de Luis Cresencio Sandoval. A la industria realmente molesta este inédito competidor. Habrá que ver si hay una redefinición de su papel.

Como quiera un rubro básico, cuyo desempeño sexenal quedará lejos frente a las enormes necesidades del país.