Fuente: La Jornada/ Alonso Urrutia
El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles logrará su sostenibilidad financiera en diciembre, aseveró el presidente Andrés Manuel López Obrador a partir de un reporte de la evolución de las operaciones en esa terminal aérea. “Se estima que para diciembre el aeropuerto va a ser autosuficiente, va a lograr su punto de equilibrio y va a empezar a obtener utilidades. Ya no vamos a tener que destinar presupuesto público”.
Admitió que el arranque de esta terminal aérea ha sido lento, porque se presentaron muchos obstáculos, incluso desde su construcción, cuando personas como Claudio X González o el ex ministro José Ramón Cossío “de estos que vienen el domingo a protestar”, promovieron gran cantidad de amparos, pero como se hizo bien y en pocos meses –se inauguró el 21 de marzo del año pasado–, “tenemos mucho tiempo para que se vaya consolidando”.
El mandatario hizo un repaso del estado de sus obras emblemáticas, destacando que en el caso de la refinería de Dos Bocas existe una condición similar: “me va a tocar dejar funcionando la nueva refinería, me va a alcanzar el tiempo, va a estar operando y no sólo eso, espero que ya (estén) modernizadas las seis refinerías que se tienen y cuando menos operando una de las grandes plantas para convertir el combustóleo en gasolinas, que se llaman coquizadoras”.
En conferencia, explicó que en paralelo se ha modificado la política petrolera, porque la reforma energética de 2013 condujo al fracaso, pues de 100 contratos entregados, sólo tres realmente operan y la iniciativa privada sólo extrae 20 mil barriles diarios. Se reorientó la inversión de Pemex en exploración hacia otros sitios, pues en el periodo neoliberal se hizo en Chicontepec y en aguas profundas donde el costo por barril es de 20 dólares.
Se invirtió en el sur de Veracruz, donde la extracción cuesta 6 dólares, lo que permitirá elevar al final del sexenio la producción hasta cerca de 2 millones de barriles, nivel necesario para alcanzar la autosuficiencia en la producción de gasolinas.
En torno al Tren Maya, admitió que se “tiene el tiempo encima y ahí sí no son tortas ahogadas ni tamalitos de chipilín, pero estamos aplicándonos a fondo para inaugurar en diciembre y tener seis meses, de diciembre a septiembre para empezar a consolidar la operación”. Por lo pronto, se contratará y pagará el mantenimiento para los próximos cinco años y habrá recursos para que no se detenga la operación.
Sin embargo, el Tren Transístmico enfrenta mayor complejidad, pues al tratarse de un derecho de vía en desuso, algunas comunidades se asentaron en ella. “Hay tramos sin problemas, pero hay otros donde sí y se requiere negociación, ofrecer alternativas. Cuando se trata de campesinos, se hace el esfuerzo por ofrecerles terrenos y viviendas para su reubicación, ya han construido mucha vivienda”.
Señaló que cerca de Sayula había un grupo vinculado a la delincuencia que obligaban a las empresas a comprarles a ellos los materiales. Algo similar al grupo que estaba en el aeropuerto de Texcoco, que compraba los cerros y obligaban a que les compraran el material.