Fuente: Reforma/ Rolando Herrera y Saraí Cervantes
A las filas para conseguir una despensa o un electrodoméstico se han sumado las que ahora hay que hacer para comprar material de construcción y otros aditamentos para reconstruir las viviendas dañadas tras el paso del huracán “Otis”.
La alta demanda de productos, como cemento y varilla, ha hecho que las distribuidoras programen sus entregas para dentro de dos meses.
“En tiempos de entrega yo tengo, hoy 19 de diciembre, estoy programando entregas para la primera y segunda semana de febrero”, indica a REFORMA Daniel León, propietario de Abastecedora de Aceros y Cementos León.
Esta casa de materiales está vendiendo 10 toneladas de cemento todos los días y, dada la demanda, podría vender más; sin embargo, no tiene la capacidad para hacer todas las entregas, por lo que las va programando y ha ido extendiendo su calendario por semanas.
“La demanda principal es varilla de tres octavos, recocido, alambrón, cemento, para todo el tema de las casas que eran de lámina. Ahora, las están haciendo de loza firme, concreto; también hay alta demanda de lámina y la verdad es que ahorita todos estamos saturados con las entregas”, reconoce Daniel León.
La tonelada de varilla, informa, se está vendiendo en 23 mil pesos; la de cemento, en 3 mil 950, y la de alambrón, en 28 mil pesos, ya con entrega a domicilio y maniobra de descarga.
La última semana se incrementó la demanda debido a que se acerca la fecha para la segunda entrega del apoyo de reconstrucción del Gobierno federal y, para poder cobrarlo, los beneficiarios deben comprobar que ya utilizaron la primera parte.
Ricardo Trejo, director general de la consultora Forecastim, indica que la demanda de estos productos se triplicó, lo que ha ocasionado problemas logísticos para contar con ellos.
Las empresas tenían cierta capacidad de producción antes de “Otis” y ahora, ante la demanda adicional de estos materiales, los fabricantes han tenido que ampliar la producción, dice.
“La demanda excedente provoca problemas logísticos. A lo anterior hay que sumarle que las empresas cuenten con la capacidad para hacer llegar ese excedente de producción”.
El presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Francisco Javier Solares, señala que la reconstrucción ya ha iniciado en los hoteles y las zonas turísticas en donde hay compromiso de reanudar actividades este mes y durante el primer trimestre de 2024.
Sin embargo, Trejo coincide en la escasez de materiales, principalmente de acabados, que son productos más demandados para las zonas turísticas.
“Hay diferentes tipos de materiales que se están utilizando: cristal, aluminio y acabados. Sin embargo, este no es el principal problema sino la mano de obra”, indica.
Por otra parte, el presidente de la CMIC dice que, de acuerdo con estimaciones internacionales, la reconstrucción de viviendas, hoteles e infraestructura de Acapulco podría costar alrededor de 15 mil millones de dólares.
‘Escasean albañiles y son careros’
Además de la escasez de material de construcción para reconstruir las viviendas dañadas tras el paso del huracán “Otis”, los damnificados sufren para contratar a un trabajador de la construcción, pues la mayoría está empleado y los disponibles “cobran muy caro”, acusan.
Dominga Guzmán, vecina de Glorieta Puerto Marqués, señala que hay pocos albañiles y los que hay están ocupados y “son careros”.
“Hay albañiles, pero todos están trabajando y escasean y están cobrando muy caro. Me comentan las compañeras que un castillito (lo cobran en) mil 200, en mil 700, muy caro”, se queja.
María de Lourdes, residente de la Colonia López Portillo, requiere reconstruir una barda y un baño.
Para conseguir el material hizo fila cuatro horas y finalmente le prometieron la entrega en febrero.
“Gracias al apoyo estamos aquí. El sábado ya le toca a mi mamá su tercer pago, fueron los 8 mil pesos de limpieza, le dieron el segundo pago de 17 mil 500 y el sábado le tocan otros 17 mil 500, en total fueron como 43 mil pesos los que dieron”, señala.
Ulises Pinzón, de la Colonia Renacimiento, fue de negocio en negocio buscando las láminas que requiere para colocar su techo.
De manera infructuosa estuvo preguntando en distintos locales por láminas de fibrocemento de 6 metros.
Además de escasas, dice, también se han encarecido y en lugar de costar 450 pesos subieron a 650 pesos.
Apuestan tras ‘Otis’ por autoconstrucción
Para el proceso de reconstrucción de Acapulco, luego del paso del huracán “Otis”, se busca capacitar a residentes del municipio en oficios de construcción, informó la Cámara Nacional de la Industria de la Construcción (CMIC).
Francisco Solares, presidente del organismo, indicó que a nivel nacional hay escasez de mano de obra para el sector de la construcción, una situación de la que no queda exento Acapulco y que será necesario atender en su proceso de reconstrucción.
“Hay que reactivar económicamente el puerto. Hay muchas personas que se quedaron sin empleo en hoteles, restaurantes, embarcaciones, vendedores de la playa, en paseos turísticos, por ello como Cámara daremos capacitación gratuita en oficios de construcción”, dijo en entrevista.
Señaló que, de acuerdo con autoridades municipales de Acapulco, alrededor de 15 mil personas quedaron sin empleo en esa zona del País, las cuales potencialmente podrían ser capacitadas y emplearse en la reconstrucción del municipio.
Aseguró que la CMIC cuenta con el instituto de capacitación más grande de América Latina, por lo que tiene suficiente personal para otorgar dichos cursos intensivos en temas relacionados como albañilería, carpintería, soldadura, entre otros.
Explicó que la intención es que los residentes del municipio se capaciten en oficios de construcción y una vez que concluyan ese proceso, las empresas constructoras les den trabajo.
“Esto no sólo lo tiene que hacer el sector privado, por ello le comentamos a la Gobernadora de Guerrero, Evelyn Salgado, que se les pudiera dar un apoyo económico o una especie de beca a las personas que tomen dicha capacitación”, comentó.
De acuerdo con la CMIC, también lo que se busca es que las personas que se instruyan puedan seguir manteniéndose económicamente sin tener que migrar a otras entidades, y a la vez se cuente con la fuerza de trabajo para efectuar las obras que se requieren.
“Se perdieron muchos empleos y si las personas no consiguen la manera de vivir van a tener que salir de ahí. En ese sentido, queremos reactivar lo más pronto posible la economía del Puerto y con ello la reconstrucción de todo Acapulco”, señaló.
El megahuracán “Otis” dañó 120 hospitales y clínicas, 376 hoteles que representan 21 mil 868 habitaciones, meas de 222 mil viviendas, de las cuales 23 por ciento fueron reportadas como pérdida total.
Además, 82 por ciento de los 43 locales comerciales dañados quedaron devastados.
Previamente, la CMIC estimó que reconstruir Acapulco llevará no menos de cinco años, y que la velocidad de ésta dependerá de los apoyos económicos que pueda otorgar el Gobierno federal.