Fuente: Milenio/ Roberto Valadez, Axel Sánchez y Giselle Soriano
- Especialistas. Las empresas constructoras, vivienderas y sus proveedores podrán capitalizar esta situación; necesario, repensar hogares y zonas urbanas, señala CMIC
En 2024, con el proceso electoral a cuestas, se verá una acelerada inversión por parte del gobierno por la reconstrucción de Acapulco tras el impacto del huracán Otis, gran oportunidad de negocio para empresas constructoras y vivienderas, además de sus proveedores, pues habrá urgencia por poner en pie al puerto guerrerense, consideran especialistas.
“Hay premura por levantar este lugar turístico y porque el próximo año es de elecciones, entonces en la mayor medida en que se pueda acelerar el gasto sobre la zona y la gente pueda ver y sentir que el gobierno hace algo con la iniciativa privada, es un sentimiento de que está ahí y puede mover la balanza en el tema electoral”, expuso a MILENIO Benjamín Álvarez, gerente de análisis bursátil de CIBanco.
La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) estima que se requerirán de 200 a 300 mil millones de pesos para reconstruir Acapulco.
Álvarez refirió que una de las empresas que pudiera aprovechar esta oportunidad es Grupo Carso, firma que preside Carlos Slim, pues considera que sus filiales Carso Infraestructura y Construcción, Condumex y Cementos Fortaleza puedan atenderlo por tener sus centros de manufactura y almacenamiento cerca del puerto.
“Será necesaria una respuesta rápida en materiales, y eso lo pueden atender empresas que están cerca del área”, expuso; para ello también hay firmas como Holcim y Cementos Moctezuma que pueden responder rápido en cemento al tener fábricas en la región.
Al respecto, el arquitecto Gabriel Sánchez Viveros, especialista con experiencia de cinco años haciendo obras en Arabia Saudita, explicó que además de los principales insumos para este plan de reconstrucción, que son cemento y acero, también se requerirán sistemas de aclimatación, impermeabilizantes, aislantes térmicos y acústicos.
“Será necesario contar con empresas que permitan la distribución de los diferentes insumos, así como el almacenaje de estos, debido a que Acapulco no cuenta con ellos actualmente por la afectación que dejó el huracán Otis de categoría cinco”, explicó.
Mientras que el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), Francisco Solares, remarcó que además es una oportunidad para crear nuevas zonas urbanas y reubicar los asentamientos irregulares, por lo que habrá una mayor demanda de materiales como tabique y una oportunidad de crecimiento para los desarrolladores de vivienda.
“En la reconstrucción del puerto guerrerense se tendrá la oportunidad de un reordenamiento urbano, ya que anteriormente se tenían muchos asentamientos irregulares de casas, que ya no existen por las afectaciones del huracán Otis”, refirió.
No será igual
Los especialistas consultados por MILENIO remarcaron que será necesario no solo reconstruir, sino hacerlo mejor y eso incluye la necesidad de un nuevo atlas de riesgo para evitar la construcción en zonas de peligro.
“Se debe determinar dónde no se debe urbanizar para definir una nueva planeación para evitar que en un futuro los edificios tengan el menor daño posible ante un fenómeno natural”, explicó Romy Rojas, presidenta Consejo Nacional de Desarrollo Urbano.
Señaló que es necesario que en la estrategia de reconstrucción se tome en cuenta el transporte de personas y mercancías al ser un puerto importante en México.
“Se debe rediseñar la reconstrucción con un sistema de autoconstrucción para la recuperación de las viviendas dañadas, así como un desarrollo integral sostenible a largo plazo”, puntualizó.
Francisco Solares, de CMIC, apuntó que incluso lo que se vuelva a levantar tendrá que tener cambios considerando las mejores prácticas que hay en otras partes del mundo.
“Hay ciudades donde pegan más huracanes, como Miami, donde los establecimientos tienen cortinas de aluminio en las ventanas, por lo que en alguna eventualidad se bajan y las afectaciones se reducen”, expuso.
Otra opción que se tiene para la reconstrucción es diseñar edificios sin grandes ventanales, como estaban anteriormente.