Fuente: Diario de Chiapas/ Marco Alvarado
El costo y la ubicación de los terrenos es la primera dificultad que enfrenta el nuevo Programa de Vivienda y Regularización, que presentó la administración federal.
De acuerdo con el presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), delegación Chiapas, Rogelio Tamayo Carboney, los terrenos, o están muy caros, o se ubican en lugares donde no hay servicios básicos.
“Sabemos que el gobierno federal está trabajando en el costo final de las viviendas, pero lo que viene a ser la primera dificultad es el tema de los terrenos, tener a la mano los espacios en donde planean construir porque es algo complicado; el Infonavit está viendo este tema con los ayuntamientos ya que hay ofertas muy costosas, o que no cuentan con acceso a los servicios básicos”, comentó.
Para Chiapas informó que han proyectado construir 45 mil viviendas, 30 mil a través de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) y la Secretaría de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano (Sedatu), y 15 mil a través del Instituto Nacional del Fondo para la Vivienda (infonavit), números que apenas y cubren las últimas estimaciones, ya que hay una demanda de 84 mil viviendas en el estado.
Aunado al costo de los terrenos, está el de la inflación, que afecta el precio final de los insumos, además que, en el último año, el costo de la mano de obra se incrementó en un 12 por ciento, factores que el gobierno deberá en tomar en cuenta para ajustar el precio final de los espacios que pretende poner en venta, y eso sin contar los vaivenes arancelarios.
También, destacó que estos nuevos espacios serán verticales, especialmente en las áreas urbanas, en donde el espacio se ha vuelto más escaso y caro “la idea es que haya 180 espacios por hectárea, con edificaciones de cuatro niveles”, lo cual también persigue como objetivo aprovechar bien los espacios, y disminuir el costo de estas viviendas.
El gobierno federal también está pensando en terrenos y unidades habitacionales cercanos a los lugares de trabajo, donde haya servicios, acceso a transporte público. El objetivo es dar vivienda, generar vivienda para quien más lo necesita.
Además, entre otras estrategias, se prevé entregar financiamientos subsidiados a la población no derechohabiente de bajos ingresos con tasa de interés del cero por ciento; la capacidad de pago será determinada por un estudio socioeconómico, con mensualidades asequibles que no rebasen el 30 por ciento de los ingresos de los beneficiarios, tomando en cuenta un periodo de hasta 30 años para el pago total.
Y al menos una parte de estas viviendas, 100 mil a nivel nacional, serán parte de un Programa de Vivienda Nueva en renta para jóvenes entre 18 y 30 años, con temporalidad de cinco años que podrá ampliarse hasta por dos años más, en unidades habitacionales cercanas a centros educativos y zonas industriales, con todos los servicios y cuyo alquiler no rebase 30 por ciento de sus ingresos.