Fuente: JLA Noticias
De entre ellos, hay uno que es la base de que todo fluya a pesar de los retos: la vinculación entre las empresas y el gobierno a través de mecanismos como la Asociación Pública Privada, que fue relegada durante el actual sexenio. “Consideramos que esta es la única alternativa, la más cercana para complementar este déficit que se puede llegar a dar en inversión en infraestructura”, dice en entrevista el presidente de la CMIC.
Para hacerlo de manera efectiva, el nuevo titular del organismo explica que se debe realizar un diagnóstico de los proyectos estratégicos que se deben hacer y que son viables para las asociaciones, hacer mejoras normativas para su realización y hacer los procedimientos con total transparencia.
La estrategia será primordial debido a que la mayor parte del gasto corriente para el próximo año ya está comprometida en el gasto en programas sociales, principalmente, por lo que se tendrá que echar mano del financiamiento privado para realizar las obras.
Pero en la actualidad, la distancia entre ambos entes es amplia. Primero, con un discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador en el que señalaba a las empresas constructoras de corruptas, sobre el cual se pronunció la CMIC en el pasado, la sustitución de las empresas en las megaobras por el Ejército y el olvido de los paquetes de proyectos de infraestructura en colaboración con la IP.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Empresas Constructoras (ENEC), en enero de 2018 del valor de producción total de obras civiles, el 32.04% provenían del sector privado. En enero de este año la cifra cayó a 20.1%.
No obstante, Méndez Jaled confía en que se construyan los cimientos para volver a tener una participación activa en las obras de los gobiernos. “Confiamos en que viene un México mejor, viene un México de cambios significativos, un México en donde, quien llegue de los candidatos, estoy seguro que va a tomar lo que se ha hecho bien y tenemos toda la esperanza de que se deseche lo que se ha hecho mal”, apunta.
Con este pronóstico del panorama durante el siguiente gobierno, la CMIC buscará convertirse en un referente del desarrollo económico del país con el posicionamiento de políticas públicas que en la actualidad se encuentran en diseño institucional. “El sector de la construcción debe de convertirse en un gran aliado del Estado mexicano para el desarrollo económico y social. Convertirnos en este referente, tanto en temas de planeación y de ejecución de obra pública y proyectos de iniciativa privada”, puntualiza el presidente de la CMIC, cuya gestión va hasta el 2025.
Agrega que buscarán ser un órgano de consulta en los tres niveles de gobierno para atender la coyuntura del sector, identificando oportunidades de desarrollo. Por ejemplo, este año trabajaron en capacitación de mano de obra para la reconstrucción de Acapulco tras el huracán Otis y, recientemente, lanzaron una estrategia para combatir la escasez de agua en el país, en el que se incluyen obras de infraestructura prioritarias.
Todo, siempre guiados por la innovación, sustentabilidad, integridad y ética, dice la CMIC.
Aunque el reto parece muy grande, el presidente considera que la industria tiene fortalezas que permitirán lograrlo. “Hoy en día la aplicación de la tecnología en nuestra industria es muchísimo más fuerte. Y veo al siguiente sexenio (como) una industria donde nos convirtamos en el eje estratégico del crecimiento de nuestro país, invirtiendo el 6%, 7 %o hasta 8% del Producto Interno Bruto (PIB) en la infraestructura”, dice Méndez Jaled.
El primer paso para lograrlo fue entregarle a Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez y Jorge Álvarez Máynez una propuesta de infraestructura para el país que se puede implementar en los siguientes años, y que considera desde retos hasta propuestas regionales.